Coco y el valor de la familia

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Coco es la última aventura animada de Pixar. La celebración del Día de los Muertos ha dado pie a buena producción cinematográfica e incluso ha servido de inspiración para algún que otro videojuego como Grim Fandango; por otro lado, desde luego, su celebración se ha expandido más allá de las fronteras del país centroamericano hasta alcanzar numerosos rincones del mundo. Numerosos artistas han celebrado y reinterpretado esta tradición milenaria. No dejamos de admirar la festividad tan melancólica que rezuman esos bailes, altares y ofrendas; esas bellas calaveras adornadas con flores, que simbolizan la dualidad vida-muerte, belleza y caducidad.

Sinopsis de Coco

La última aventura animada de Pixar se llama Coco: la historia de Miguel, un niño que vive entre los planes que su familia tiene reservados para él y su propio sueño, ser músico. Sus padres y abuela le prohíben seguir el camino artístico y le intentan inculcar la importancia de las creencias en las que uno se educa, pero Miguel se niega a dedicar tiempo a algo en lo que no cree y prefiere buscar su propio camino más allá de las paredes de la casa-taller, un negocio familiar de zapatos que data de varias generaciones.

Aparte de la familia de Miguel, completan el elenco de personajes su fiel amigo Dante -un perro callejero-, Héctor -a quien conocerá en el más allá- y el gran músico Ernesto de la Cruz, además de un sinfín de simpáticos esqueletos, parientes y no parientes, que transitan entre la vida y la muerte. Todos tienen algo en común: cada año, durante el Día de los Muertos, tienen una oportunidad para regresar a visitar a sus familiares, siempre y cuando éstos les hayan colocado su correspondiente ofrenda y, en ella, una foto para recordar al difunto. Si un muerto no tiene colocada su fotografía en su altar, no podrá volver al mundo de los vivos para pasar un día con sus seres queridos.

Tráiler de la película Coco

Coco (2017) y El libro de la vida (2014, Reel Feel FX Creative Studios) han sido comparadas en cuanto a estilo y temática, pero dicha comparación no deja de ser superficial y cada una tiene su propio sello de identidad. En cualquier caso ambas son muy recomendables para ver en familia: los niños pueden preguntarse sin temor por la muerte, ya que se presenta este tema existencial sin gravedad, más bien como un rito natural al que no hay que temer, y cuyo protagonista, también un niño, resulta ser un valiente luchador que no ceja en sus ambiciones personales.

Musical, colorida, emotiva y muy disfrutable, lo que mejor funciona en Coco es esa transición tan alucinante y divertida entre ambos mundos, su cuidado diseño y su poder para transmitirnos la importancia del respeto hacia nuestras propias raíces.

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