
En la última de los Vengadores, La era de Ultrón, dos personajes clave alcanzan el máximo protagonismo: Thor (Chris Hemsworth) y Capitan America (Chris Evans). Ambos, poseedores de una fuerza descomunal, más allá del campo de las hazañas, reflexionan también sobre sus vidas. La maléfica gemela Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) y sus ansias de venganza es la culpable de ello. Con sus poderes paranormales para entrar en la cabeza de la gente y desestabilizarla, hace dudar de sí mismos hasta a estos héroes hechos de piedra. Tanto es así que Thor decide retirarse por un tiempo para reflexionar y Capi añora su tiempo de juventud, ahora ya tan lejano.
Sin embargo, lejos de amilanarlos, este percance les hará resurgir con más fuerza aún si cabe. Prueba de ello es el papel activo del hijo de Odín en la construcción de un nuevo vengador que dará mucho que hablar en la tercera parte (capaz de compartir, por cierto, martillo con él): el remedo de Frankenstein o Prometeo Jarvis (Paul Bettany). No en vano, ambos bromearán sobre cómo manejarse con la principal herramienta de Thor pues, simplemente, hay que saber dónde se encuentra el punto de gravedad para pegar bien y con fuerza.
En cuanto al inolvidable Capitán América, todo un dechado de virtud y caballerosidad, sabe mantenerse siempre en su sitio. Reconoce como su propia casa la agencia S.H.I.E.L.D. y a sus colegas de trabajo, más que como amigos o compañeros, los ve como su propia familia. Sin embargo, esto no le deja olvidar del todo que, a la postre, está más solo que la una: sin pareja y niños correteando a su alrededor (al contrario que Ojo de Halcón, con esposa y descendencia a escondidas). ¿Conseguirá encontrar el amor alguna vez? Por otro lado, ¿volveremos a ver a la guapa astrónoma Jane Foster (Natalie Portman) al lado de Thor?