Isla de perros, maravilla en stop motion

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Isla de perros - crítica

Analizamos un esperadísimo estreno de 2018: una de las grandes favoritas de la Fiesta del Cine de este año, Isla de perros, de Wes Anderson.

La expectativa aumentaba a medida que se aproximaba la fecha de estreno. Muchos ya nos quedamos con la miel en los labios hace unos meses: recordemos los problemas que hubo en la fila del Cine Doré, en Madrid, cuando decenas de personas se quedaron sin su invitación para el pase especial y posterior coloquio con el director dos meses antes de su estreno. En otras partes del mundo se acogió la película con gran entusiasmo, hasta el punto de organizar pases para que los espectadores pudieran ir acompañados de su perro. No nos extraña: los fans de Anderson son muchísimos y a esta película la rodeaba una expectación enorme.

Sinopsis de ‘Isla de Perros’

El alcalde de Megasaki decreta que todos los perros deben ser enviados a una isla después de una epidemia de gripe canina. El protagonista de la cinta, un niño de 12 años, emprenderá un viaje en solitario hacia allí para buscar y rescatar a su perro. Los habitantes de la isla, canes de todo tipo y tamaño, le ayudarán en su misión. En el grupo principal de cinco perros encontramos voces como la de Bryan Cranston o Bill Murray, entre otros.

Los largometrajes de animación son un producto especialmente atractivo, porque son capaces de convocar al cine a un público amplio, entre ellos niños, que disfrutarán muchísimo de las aventuras de personajes animados. En esta ocasión Anderson produce una delicia absoluta en stop motion con la que es sencillo encariñarse.

Muchas historias cinematográficas han pasado por la relación entre un animal y un ser humano: Hachiko, Beethoven, Colmillo Blanco, Liberad a Willy… Isla de perros no deja de sorprender por su madurez, por confrontar emociones duras y, a la vez, no renunciar a chispas de humor. En un mundo deshumanizado donde lo “irresoluble” se trata como basura o residuo, hace falta ser valiente para recuperar lo que nos pertenece y no caer en la tentación de mirar hacia otro lado. En ese sentido, chapeau por el director, porque logra tocarnos la fibra sensible al hacernos sentir esa congoja del animal de compañía. Una vez más, el despotismo humano que se impone en un mundo ficticio. La magia del cine es capaz de salvar eso.

Tráiler de la película

Valoración

Si eres de los que agradece deleitarse de vez en cuando frente a una gran pantalla, esta propuesta es un sí definitivo. Sin entrar en el aspecto técnico ni ahondar en sus encantos, Isla de perros es una muestra más del buen hacer de Anderson; con ella nos volvemos a sumergir en sus mundos íntimos y espectaculares.

 

¿Ya has visto Isla de perros? ¿Qué pelis de Wes Anderson tus favoritas? ¿Fuiste a la Fiesta del cine? Participa y cuéntanos todo en los comentarios 😉

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