
Este año, Campofrío decide felicitar la Navidad con un vídeo distópico en el que muestra una tienda de lujo donde no se compran joyas, no se compran cuadros, ni fragancias, ni ropa de diseño… Se compran chistes. Este vídeo, bajo la dirección de Daniel Sánchez Arévalo, incita a la reflexión sobre qué está ocurriendo con el humor, con los chistes, con todas esas parodias que siempre dañan a un colectivo, a un partido político, a una raza o a algún pequeño segmento de la población mundial.
¿Es fácil contar un chiste? ¿Se pueden contar chistes todos los días? ¿Cuál es precio que hay que pagar por animarse a contarlo? ¿Es rentable?
Resumen del Spot
Este anuncio de Navidad de Campofrío lo abre una primera clienta que decide hacer un esfuerzo y comprar un chiste. Ésta no es nada menos que Silvia Abril donde responde al dependiente, interpretado por Antonio de la Torre (Que dios nos perdone), “hacer un chiste no es algo que uno pueda permitirse hacer todos los días”. Seguidamente, Belén Cuesta (La llamada), interpreta a una dependienta que muestra a otros clientes las distintas secciones de chistes como si de una marca de ropa se tratara… “Aquí tenemos la sección sobre bodas, cenas de empresa, funerales…”
No llevéis merienda que ya tenemos fiambre Clic para tuitear“No llevéis merienda que ya tenemos fiambre” suena una voz de una grabadora…
Chistes de exhumaciones, aludiendo a la más que polémica exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Chistes sobre la monarquía, sobre feminismo, chistes de payos solicitados por las más que conocidas Azúcar Moreno quienes además, se ofrecen a pagar la deuda de un muchacho que se queja de lo subiditos que están con los precios.
La primera empleada, no convencida de lo que le ofrecen, desafía al dependiente con un “todo esto está muy bien, pero… necesito algo más Heavy Metal“. En ese momento, el dependiente lleva a esta mujer a la cámara y le enseña su producto estrella. Ésta no duda en expresar su más que agrado y se cuestiona si el precio de ese producto es “renunciar a lo que somos…”. El dependiente le mira y asiente con la cabeza.
El día que esta tienda exista, dejará de ser un chiste. Algo que nos hace tanto bien, no puede ser un lujo. Debe ser un bien de primera necesidad Clic para tuitearEl spot de Campofrío conluye con una importante reflexión acompañada de un sonido de violín en la que el dependiente estrella, Antonio de la Torre, reza:
“El día que esta tienda exista, dejará de ser un chiste. Algo que nos hace tanto bien, no puede ser un lujo. Debe ser un bien de primera necesidad”
Conclusión
Riámonos sin tener que sentirnos primeramente perjudicados. El humor debe ser una sensación de bienestar, alegría y de aceptación de la realidad que muchas veces nos toca vivir. Unas veces nos sentiremos identificados y otras no, pero ¿y qué?. Es humor. Llevémoslo con naturalidad y no olvidemos que el sentido común es quién nos tiene que avisar de cuándo es o no es el momento ツ